El distinto: Kevin Zenón entró y cambió el partido.
Tras la victoria en Rosario ante Newell’s por la Copa de la Liga, Boca encaró su segundo compromiso en la fase de grupos de la Copa Sudamericana. Después de un empate sin goles con Nacional Potosí en la altitud de Bolivia días atrás, el martes por la noche derrotó por 1-0 a Sportivo Trinidense con un gol de Aaron Anselmino, quien tuvo que abandonar el campo debido a una lesión.
A pesar de la disparidad de nivel entre ambos equipos, al Xeneize le costó abrir el marcador y finalmente lo logró en el segundo tiempo, período en el que se realizaron varios cambios. Con la intención de mejorar el juego, Diego Martínez hizo ingresar a Luis Advíncula, Lautaro Blanco y Kevin Zenón, quien comentó sobre su participación en el encuentro: “Desde el primer tiempo se notaba esa búsqueda, faltó ese último pase para concretar”.
Esta vez, los cambios tuvieron un impacto positivo y contribuyeron a mejorar el rendimiento colectivo para superar al equipo dirigido por José Arrúa. El exjugador de Unión fue fundamental en este aspecto y agregó: “Sabíamos lo que estábamos haciendo, teníamos que aguantar un poco porque estábamos con un jugador menos, pero por suerte se dio la victoria, que era lo que veníamos a buscar”.